Si bien Chile no es un productor masivo de drogas, sí ha aumentado el consumo de la misma en los últimos años, según el Senda. Además, debido a la geografía local que tiene 34 complejos fronterizos, han convertido al país en un importante punto de tránsito de sustancias ilícitas en la región.

En este sentido y, según el Plan Nacional contra el Narcotráfico 2014-2020, en la zona norte del país se distingue el mayor tráfico de pasta base y cocaína. Esta última, debido a los límites territoriales de Chile con Perú y Bolivia que son dos de los tres mayores productores de esta droga en el mundo. Esta cruza la frontera de distintas formas, por ejemplo, entre hojas de oficio, plásticos y frutas.

De hecho, según el centro de estudios e investigación Libertad y Desarrollo (LyD), el tratado que tiene nuestro país de tránsito sin inspección desde Perú y Bolivia a los puertos de Arica y Antofagasta posibilita que se haga uso de una especie de “corredor de la droga” en esos puertos, como también los distintos pasos ilegales que hay en el sector.

En la zona centro del país, el tránsito de la droga destaca en los distintos puertos de la quinta región debido al comercio que se realiza en el sector. Según datos de la Empresa Portuaria de Valparaíso, durante el 2017 la ciudad movió 11 millones 836 mil 485 de toneladas de productos con diversos destinos. Y hasta agosto de este año ya han exportado 7 millones 749 mil 17 toneladas lo que lo convierte. Estas condiciones -y según informaciones de la PDI- convierten al puerto en el posible último punto de la droga en Sudamérica que tendría como destino los países europeos.

Cabe destacar, que la ruta de la droga en Chile no solo es a través de la tierra, sino que también vía área a través de pequeñas encomiendas o por pasajeros que pueden salir del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez.