En pleno funeral, llegó a desordenar el gallinero, el desubicado de Ruperto. Lo peor, es quie mintras todos lloraban al difunto, la visita no encontró nada mejor que comenzar a molestar a quienes lloraban la partida de un ser querido.

Pero no sólo eso, terminó haciendo una gran confesión ¿Cuál habrá sido?.

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