Seba llegó inmediatamente "echando el ojo". Empezó a ver cualidades en sus compañeras y empezó a aplicar una particular dinámica de Don Juan. Comenzó a preguntarle a sus compañeros por las resistentes que le llamaron la atención, quería saber sobre ellas, pero hay una que le atrajo especialmente.

Posterior a la fiesta le prestó su polerón y su acento azteca, junto con su belleza parece que lo dejaron deslumbrado, pero no lo reconocerá, sabe que no puede quedar al descubierto del todo.