Raúl se propuso en un comienzo buscar justicia en la legalidad, pero el lento proceso no le devolvió la paz. La angustia por la muerte de su hijo es constante y ve que nada avanza en la investigación. Encontrar culpables y demostrar que lo son es un proceso lento que desespera.

Hace tiempo que el padre de Tomás se comunica con misteriosos contactos para conseguir un encargo del cual le han mandado fotos. El arma que intenta conseguir no es fácil de ubicar, pero llegó. Sin embargo manejar un objeto de tal peligro puede traer consecuencias y la misma persona que se la vendió le advertirá.