Gustavo cumplió su cometido. Durante los días en que Mariano estaba en Estados Unidos, vigiló cuidadosamente a Pilar dándose cuenta del romance que tenía con Alan. Él sin dudar, le contó la verdad a Beltrán generando una gran rabia que terminó explotando frente a Patricio.

Tras la actividad política que tuvieron juntos, llegaron a la casa y estaba Patricio y de inmediato, le contó que su hija se estaba acostando con "un comunista picante". La sorpresa fue tal, que Pilar terminó siendo la decepción de su padre.