Cada día que pasa Nicanor está más cerca de la verdad.  El comisario se dirigió hacia el salón de belleza de Augusta Montero preguntarle de dónde saca el capital para mantener su emprendimiento, siempre sospechando que este tiene un objetivo oculto.  

Ante la pregunta, la hija de Ángela comenzó a sudar en frío, ya que Nicanor está a punto de descubrir que la peluquería es un lavado de dinero por el negocio de cocaína que tienen Carlos y Horacio. Para que esto no pasara, Augusta respondió titubeando que no sabía de temas de dinero y que eso sólo lo veía su esposo.