Donde hubo fuego cenizas quedan. Esto lo tienen más que claro Bárbara y Mercedes, quienes no pudieron recordar su amor con un apasionado beso mientras estaban sola en despacho. 

En el preámbulo, Bárbara le dijo a su amada que ella sabía que la siguía amando. Además, le confesó que la buscó por todas partes, aunque nunca pudo encontrarla. 

Pero este beso no quedará solo entre ella, ya que Joaquín las vio justo en el momento preciso. Pero el yerno de Ernesto prefirió hacer visto gorda, invitándo a ambas mujeres a un paseo por la ciudad.