INFIDELIDAD: El pecado de la familia Montero

En Perdona Nuestros Pecados las sorpresas no se detienen y en los últimos episodios emitidos hemos sido testigos de cómo la familia Montero comienza a desmoronarse. Sí, la prestigiosa familia conservadora y de clase alta ha perdido gran parte de su reputación, sin pensar que tienen muchos más secretos ocultos. 

La primera en mostrar su verdadera facera fue Ángela, que dejó en evidencia su relación amorosa con Armando Quiroga, el esposo de su mejor amiga. En ese momento, Lamberto Montero también evidenció que no solo es un cauteloso hombre enamorado de su asesora, sino que dejó fluir el lado más oscuro de su personalidad y se vengó cómo solo un cobarde sería capaz, de su esposa por ser una mujer infiel. 

Pero, para sorpresa de los televidentes, no solo los progenitores de la familia Montero son unos pecadores. Augusta dejó en evidencia que quiere mantener su estándar de vida y seguir engañando a los demás para mejorar su condición social. Decidió decirle a Carlos, su prometido, que quiere casarse con él, ocultando su reciente romance con Horacio. ¡Una mujer infiel igual que sus padres!

Gerardo ¿el único inocente de los Monteros? El doctor de Villa Ruiseñor está casado con su amada Isabel Quiroga, con quien solo desea formar una familia. Es un hombre correcto y caritativo, pero cada vez que se acerca Antonieta, algo cambia en su mirada. ¿Será capaz de cuidar su honra o caerá en la tentación como el resto de su familia?