Amelia está desconcertada. A  pocos días de que su madre sea dada de alta y llevada a la casa de Rocío, la socia del restaurante tiene miedo de que recuerde algo del accidente y pueda delatarla. Es por esto que en compañía de María Luisa, se dirige al hospital para sacarse la gran duda que tiene y preguntarle directamente a ella si es que la reconoce como la autora de su atropello.

Mientras tanto, en el pasaje, Maite y Franco por fin logran un acuerdo. Resulta que él respetará su relación con Eduardo, mientras que ella hará lo mismo con María Luisa. Esto generó que ambos dejaran de estar peleados, para volver a tener la relación tan hermanable que los caracteriza.

Por su parte, Nadia tiene un sueño que podría llegar a ser premonitor si es que no termina en definitiva su coqueteo con Nicolás. Pero sin duda alguna el broche de oro se lo lleva una inquilina que regresa renovada desde Europa al pasaje: Roxana, quien todavía no sabe que Gonzalo tiene VIH y que podría estar contagiada.