Gonzalo preparó (a su modo) una romántica velada para Javiera. Quería hacer de esa una noche distinta a las demás. Ella temía que se volviera un derrochador con sus gustos para complacerla, pero la verdad es que su novio estaba gestando una sorpresa mucho más grande.

Leonardo quiere que Amelia y Tomás se destruyan entre sí por la vida de Tomasito. Trató con ambos por separados, pero citándolos al mismo lugar, de modo que la desesperación de él lo lleve hasta las últimas consecuencias.

Roxana tiene un nuevo lugar en la empresa. Ahora en su puesto de asistente, tiene el poder que le permitirá conocer los secretos internos de los negocios de Samuel. La sorpresa en su rostro al enterarse de la nueva trabajadora lo llevará a ponerse más filoso que nunca en sus expresiones.