El compromiso de Eduardo y Maite tiene muy contento a todo el pasaje, menos a una persona: Franco. El mayor de los Soto no confía en su cuñado, por lo que no mira con buenos ojos que su hermana se case con el hijo de Maruja. Como van a ser familia muy pronto, Eduardo le pide una conversación para arreglar sus diferencias, todo por el bien de la novia.