Eduardo ya está más que devastado. Al enterarse que podría ser hermano de Maite, encaró a Florencia, ya que Franco le dijo que ella sabía que José era su padre. Ante esto, el hijo de Maruja le preguntó por qué no le había dicho a el primero, y le ordenó que le trajera todos los recuerdos de su madre. Entre estos, estaban unas cartas dirigidas a José, en donde la anciana le explicaba que tenían un hijo en común. Para su desgracia, Maruja las quemó en un acto de demencia para intentar borrar este secreto.