Tomás recibió la primera visita desde que ingresó a la prisión: Marcial, su abogado que se ha transformado en un amigo después de todo este proceso. Pero Tomás está perdido y su único deseo es pasar toda su vida en la cárcel.

¿Qué pasará con la cadena de restaurantes que maneja el padre de Tomasito? ¿Qué pasará con su casa? Marcial está atado de manos mientras Tomás solo piensa en morir solo, sin que nadie lo ayude...