Roxana, como solo ella es, levantó la mirada ante su "tía" Raquel cuando la fue a visitar a su casa para hablar las cosas como corresponde. Fue una conversación más allá de madre a hija, una conversación de mujer contra mujer. 

La hija de Samuel fue clara en poner sobre la mesa todos los argumentos para remediar el daño que le causaron al no haber tenido la vida que ella siempre soñó. Raquel, por su parte, le pidió que no le haga daño a Samuel, mostrando su eslabón más débil. 

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