Se siente como si el cielo se hubiera puesto de acuerdo para darte un respiro. Para que las cosas, por fin, empiecen a salir como esperas. Esta semana tiene una mezcla exquisita de movimiento, claridad, decisiones que se posponen y respuestas que aparecen sin buscarlas. No es solo una buena racha: es el tipo de impulso que define cómo cierras el año.
Desde el lunes 23, la Luna en Géminis te lleva directo a una conversación pendiente con tu propia historia. No todo es tan liviano como parece, pero tampoco tan grave como lo pintas. El 25, la Luna Nueva en Cáncer —en conjunción con Júpiter, el Sol y Mercurio— abre una puerta poderosa: seis meses por delante para plantar nuevas intenciones con profundidad y propósito. El 24, día cazimi de Júpiter, es considerado el más afortunado del año. Y sí, se siente como si la vida te dijera: “Este es el momento”.
A medida que avanza la semana, Mercurio y la Luna entran en Leo (el 26 y el 27 respectivamente), trayendo calidez, alegría y coraje para expresar lo que llevas guardado. Cierra el domingo 29 con la Luna en Virgo en conjunción con Marte: tu deseo se vuelve acción, y la pasión se canaliza en decisiones concretas. Ahora, veamos qué te trae esta semana signo por signo.
Aries
Todo parte con una idea que te hace ruido en la cabeza. La Luna en Géminis al inicio de la semana activa tu forma de pensar, de moverte, de conectar con lo esencial: tu raíz. No se trata de correr, sino de entender por qué corres. El 25, la Luna Nueva en Cáncer pone el foco sobre tu mundo interno. Familia, casa, pasado: todo lo que dejaste debajo de la alfombra se asoma para ser barrido con amor, no con culpa.
La conjunción de la Luna con Júpiter y el Sol te da la oportunidad de transformar tus vínculos más cercanos. Pero no desde el sacrificio, sino desde la honestidad emocional. El 24 es un día clave: si tenías algo importante que decir, dilo. Si tenías algo que cerrar, ciérralo. El cazimi de Júpiter te entrega una dosis extra de claridad y suerte.
Con Mercurio entrando en Leo el 26 y la Luna siguiéndole el paso el 27, todo se vuelve más liviano y expresivo. Vuelves a jugar, a crear, a coquetear con la vida. El domingo 29, con la Luna en Virgo, la realidad vuelve a tocar la puerta, pero esta vez, con una propuesta: ponle estructura a ese deseo. Que no quede en palabras.
Tauro
Empiezas la semana con una certeza suave: algo está cambiando y lo estás haciendo bien. La Luna en Géminis al comienzo del ciclo te devuelve la confianza, sobre todo en tu propia voz. El 25, la Luna Nueva en Cáncer te abre un camino para revisar lo que comunicas y cómo. Esa conjunción con Júpiter, el Sol y Mercurio no pasa desapercibida: podrías recibir una noticia que redefine tus relaciones cercanas.
Este es un buen momento para rodearte de amistades que te nutran. No todo vínculo merece continuidad, y lo vas a notar. El 24, día cazimi, marca un antes y un después en tus decisiones personales: tu forma de pensar se alinea con tu deseo más auténtico.
Con Mercurio y la Luna en Leo (26 y 27), tu foco se traslada al hogar. Reorganizar tu espacio, reconectar con tus raíces, o simplemente poner música y cocinar sin prisa, se vuelve terapéutico. El domingo 29, la Luna en Virgo y Marte te invitan a hacer algo que ames de verdad. Tu talento no está dormido, solo estaba esperando este impulso.
Géminis
Esta semana parte contigo al mando. La Luna en tu signo te da una chispa brillante y una lucidez que rara vez pasa desapercibida. Estás rápido, despierto, magnético. Y justo cuando eso pasa, el 25 llega la Luna Nueva en Cáncer: tus emociones piden asiento en la mesa. Júpiter, el Sol y Mercurio se alinean con ella para mostrarte que cuidar de ti también es una forma de avanzar.
El día 24, marcado como el más afortunado del año, te abre puertas donde antes había muros. Si estás en búsqueda de nuevas fuentes de ingreso o decisiones importantes, confía en ese instinto que no suele fallarte cuando te escuchas de verdad.
Mercurio y la Luna en Leo (26 y 27) te devuelven a tu zona de juego. Las palabras fluyen, las ideas se multiplican, las conversaciones te iluminan. Para el domingo 29, la Luna en Virgo baja el ritmo, pide orden, y te sugiere limpiar tu mente de la misma forma en que limpias tu casa. Con cuidado. Con cariño.
Cáncer
Este es tu momento. La semana empieza con cierta inquietud, con la Luna en Géminis agitándote internamente, como si algo importante estuviera por pasar. Y lo está. El 25, la Luna Nueva ocurre en tu signo, justo al lado de Júpiter, del Sol y de Mercurio. Es un renacimiento. Una oportunidad que no se da todos los años. Lo que decidas sembrar ahora va a crecer con fuerza durante los próximos seis meses.
Ese mismo día 24, con Júpiter cazimi, todo se amplifica: tu visión, tus ganas, tu intuición. Haz una pausa para preguntarte: ¿qué versión de ti quiere nacer ahora? No te sabotees con viejas inseguridades. Esta vez es distinto.
Mercurio entra en Leo el 26 y te invita a hablar de tus talentos, de tu valor. La Luna le sigue el 27, sumándole un matiz emocional a esa valoración propia. El domingo 29, la Luna en Virgo pide acción y te empuja a tomar decisiones prácticas: ¿cómo transformar el impulso en rutina, sin perder la magia?
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Leo
Empiezas la semana observando. La Luna en Géminis te vuelve testigo de muchas historias ajenas y propias. Hay tanto ruido que te cuesta distinguir qué te pertenece. El 25, con la Luna Nueva en Cáncer y el stellium en ese signo, algo se empieza a cocinar en silencio dentro de ti. Es un ciclo que nace desde lo invisible: intuición, sueños, mensajes que aparecen mientras caminas por la calle o al despertar.
El día 24 te pide fe. Fe en tu proceso, en tu tiempo. Júpiter cazimi te entrega una señal si estás en búsqueda de un cierre emocional o una decisión espiritual.
Y cuando parecía que estabas en pausa, Mercurio entra en tu signo el 26, seguido por la Luna el 27. Ahora sí: voz encendida, corazón dispuesto. Te vuelves faro. Y con la Luna en Virgo cerrando la semana, te das cuenta de que hay metas que ya no pueden seguir esperando.
Virgo
La semana parte con una dosis de análisis que ya conoces bien. La Luna en Géminis al comienzo activa tu mundo mental y profesional, pero también puede sobrecargarte. El 25, con la Luna Nueva en Cáncer y el stellium en ese signo, se abre una nueva ruta emocional: más humana, más empática, más tuya. Esta Luna te habla de comunidad, de amistades verdaderas y de tu rol dentro de un grupo.
Júpiter cazimi el 24 te recuerda que puedes avanzar con fe, incluso si aún no ves el camino completo. No necesitas tener todo resuelto para empezar. Confía en tus aprendizajes, y sobre todo, en tu capacidad de reinventarte sin renunciar a tu orden interno.
Con Mercurio y la Luna entrando en Leo (26 y 27), tus pensamientos se retraen un poco. Aparece la necesidad de recargar, de observar sin responder, de procesar en privado. El domingo 29, con la Luna en tu signo y Marte activándote desde adentro, todo eso que venías masticando se convierte en acción concreta. Tu claridad vuelve. Y esta vez, no vas a callarte.
Libra
La Luna en Géminis al inicio te viene como anillo al dedo: curiosidad, vínculos, ideas que se expanden. Esta semana tiene esa textura que tanto te gusta: inspiración con propósito. Pero el 25, la Luna Nueva en Cáncer y su conjunción con Júpiter, el Sol y Mercurio, pone foco en tu mundo profesional. ¿Cómo te estás mostrando? ¿Dónde estás brillando sin darte cuenta?
El 24, con Júpiter cazimi, podrías tener una revelación respecto a tu propósito. Algo cambia de forma radical cuando aceptas lo que sí deseas y dejas de buscar lo que ya no vibra contigo.
Con Mercurio y la Luna entrando en Leo (26 y 27), la parte social se enciende: amistades, comunidad, redes de apoyo. Conversaciones luminosas que te devuelven motivación. El fin de semana cierra con la Luna en Virgo y Marte moviendo piezas internas. Te preguntas si lo que estás haciendo está alineado con lo que soñaste. Es una buena pregunta. La respuesta, también.
Escorpio
El inicio de semana con Luna en Géminis te lleva a mirar en profundidad temas de poder personal, intimidad, recursos compartidos. Todo lo que se ha estado gestando en silencio empieza a tomar forma. El 25, la Luna Nueva en Cáncer junto al stellium de planetas abre una puerta que no puedes ignorar: viajes, estudios, fe, sentido. Tu visión se amplía, y con ella, también tus decisiones.
Júpiter cazimi el 24 amplifica tu instinto, y si sigues ese llamado, podrías encontrarte tomando una decisión que te cambie la vida. Este no es momento para quedarte en lo conocido: es momento de explorar.
Con Mercurio entrando en Leo el 26 y la Luna acompañándolo el 27, se activa tu zona profesional. Más visibilidad, más exigencias, pero también más claridad sobre lo que vales. El domingo 29, la Luna en Virgo y Marte te invitan a compartir tu proceso con quienes están en tu misma sintonía. No estás solo en esto.
Sagitario
Empiezas la semana con la Luna en Géminis mirándote fijo desde el otro lado del espejo: el vínculo, lo que das, lo que recibes, lo que ya no. El 25, la Luna Nueva en Cáncer junto al stellium de planetas toca un punto muy íntimo de tu carta: transformación profunda. No se trata de cambiar de lugar. Se trata de cambiar de piel.
Júpiter cazimi, que además es tu regente, se vuelve protagonista el 24. Es un día para tomar decisiones clave: inversiones, acuerdos, rompimientos, alianzas. Todo lo que no se ha dicho, debe decirse ahora.
Con Mercurio y la Luna entrando en Leo (26 y 27), se activa tu deseo de expansión. Tal vez no puedas irte aún, pero ya estás planeando el próximo viaje, el próximo salto. El domingo 29, la Luna en Virgo y Marte tocan tu casa de la vocación. Tienes el impulso. Tienes el mapa. ¿Qué estás esperando?
Capricornio
La semana comienza con la Luna en Géminis organizando tu agenda, exigiéndote estructura, pero también pidiéndote descanso. El 25, la Luna Nueva en Cáncer junto al stellium en ese signo te habla de tus vínculos afectivos: pareja, sociedades, relaciones de espejo. Si ha habido distancia, este es el momento de acercarse.
El día 24, Júpiter cazimi suaviza la tensión y te permite ver posibilidades donde antes solo veías problemas. Este tránsito es medicina para el corazón, pero también para la mente. Te ayuda a perdonar, incluso lo que no te han pedido perdón.
Con Mercurio entrando en Leo el 26 y la Luna siguiéndole el paso el 27, comienza una etapa más íntima y profunda. Las emociones te guían, pero no te arrastran. El domingo 29, con la Luna en Virgo y Marte, todo se ordena internamente: propósito, filosofía, coherencia. Vuelves a tu centro.
Acuario
Con la Luna en Géminis a comienzos de semana, recuperas cierta ligereza. Te mueves con más soltura, más deseo, más picardía. El 25, la Luna Nueva en Cáncer y el stellium en ese signo te recuerdan que tu cuerpo también tiene una historia que contar. Este tránsito toca tu salud, tu rutina, tu trabajo diario. ¿Qué necesitas dejar de postergar?
El cazimi de Júpiter el 24 puede traerte una oportunidad laboral inesperada, o una claridad nueva sobre cómo organizarte mejor para rendir sin agotarte. Es tiempo de revisar hábitos, no desde la culpa, sino desde el amor propio.
Mercurio y la Luna en Leo (26 y 27) activan tu casa de pareja. Te abres al diálogo, al encuentro, al juego compartido. El fin de semana, con la Luna en Virgo y Marte, todo se vuelve más intenso: emociones fuertes, intuiciones que no puedes ignorar. No cierres los ojos. Mira. Escucha.
Piscis
La semana parte con la Luna en Géminis moviendo tu espacio personal. El hogar, la familia, lo que se arrastra del pasado. No es para agobiarte, es para recordarte que la raíz también se riega. El 25, la Luna Nueva en Cáncer, con ese poderoso stellium, toca tu corazón. Amor, creatividad, romance, infancia. Todo lo que te conecta con la ternura reaparece.
Júpiter cazimi el 24 te entrega una visión más grande del amor. No solo en pareja, sino el amor que te permite confiar en la vida otra vez. Si estás sin pareja, podrías conocer a alguien especial. Si estás en relación, se renueva la complicidad.
El 26 y 27, con Mercurio y la Luna en Leo, tus rutinas se activan. Querrás cuidar tu cuerpo, tus horarios, tus hábitos. La conexión entre Marte en Virgo y la Luna en Virgo el domingo 29 te invita a hacer equipo. No tienes que hacerlo todo en soledad. Esta vez, no.