El fútbol chileno una larga historia que nos remonta a 1933, cuando se fundó la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). En estos 90 años el deporte chileno fue evolucionando, tanto a nivel profesional como amateur.
Actualmente, contamos con tres categorías superiores, todas ellas organizadas por la ANFP. Hablamos de la Primera División, Primera B y Segunda División Profesional. Estos torneos atraen a la afición y son de suma importancia para las casas de apuestas Chile, ya que en estos eventos se concentra la mayor cantidad de transacciones.
Sin embargo, esto no siempre fue así. En este artículo repasaremos algunas de las copas que no sobrevivieron al paso del tiempo, pero cuyo legado sigue vivo en los corazones de los amantes del fútbol chileno.
El Campeonato de Apertura de Chile
El Campeonato de Apertura de Chile marcaba el inicio de la temporada futbolística en el país, dando paso al campeonato oficial una vez concluido. Este torneo de copa doméstica, disputado entre 1933 y 1950, era de carácter breve y se jugaba bajo un formato de eliminación directa. Sin embargo, lo que más lo distinguía era su falta de conformidad con las reglas de la FIFA, especialmente en lo que se refiere a la duración de los partidos.
Las ediciones de esta copa se llevaron a cabo principalmente en Santiago, aunque en algunas ocasiones, se extendió su ámbito de competencia a otras ciudades. Durante su existencia, esta competición tuvo varios nombres, incluyendo la Copa César Seoane, Copa Apertura, Copa Jaime Rodríguez Bolados, Copa de Preparación y Copa Carlos Varela.
Torneo de Consuelo del Campeonato de Apertura de Chile
En 1933 y 1949, también se jugó de forma simultánea el Torneo de Consuelo del Campeonato de Apertura de Chile, una competición complementaria que reunía a los clubes eliminados de este último torneo.
Aunque este torneo no tuvo una estructura formal y no influyó en la ubicación final de los equipos en el Campeonato de Apertura 1933, su existencia era importante para los aficionados de aquellos equipos que no llegaban tan lejos.
Campeonato Absoluto de Chile
El Campeonato Absoluto de Chile fue otra competición extinta que tuvo su lugar en la historia del fútbol chileno. Este campeonato se disputó en 1944 y 1945 y reunió a los campeones de la Primera División en una lucha por la supremacía.
Aunque algunas fuentes han agrupado estas ediciones bajo el nombre de Campeonatos de Apertura, en la práctica, eran competiciones diferentes, cada una con reglas y formatos únicos.
Campeonato de Campeones de Chile
Entre 1943 y 1945, se celebró el Campeonato de Campeones de Chile, una competición anual entre los clubes que habían logrado al menos un título de Primera División.
A diferencia de otros torneos de copa, esta competición tenía un formato de liga, donde todos los equipos se enfrentaban entre sí. El Campeonato de Campeones era una oportunidad para que los mejores planteles demostraran su superioridad en una competencia adicional.
Campeonato de Apertura de la Segunda División de Chile
Los clubes de la Segunda División de Chile, ahora conocida como Primera B, también tuvieron su propio torneo de apertura: el Campeonato de Apertura de la Segunda División de Chile. Esta competición se llevó a cabo anualmente entre 1969 y 1990, con algunas pausas.
Al igual que el Campeonato de Apertura de Chile de la Primera División, este torneo de copa tenía varios nombres a lo largo de los años, incluyendo la Copa Isidro Corbinos, Copa Polla Gol, Copa LAN Chile y Copa Apertura.
Torneos de Apertura y Clausura de la Primera B de Chile
Los torneos de Apertura y Clausura de la Primera B de Chile formaron parte del sistema del torneo nacional de Primera B entre 2008 y 2014. Estos torneos tenían como propósito definir al vicecampeón anual entre los campeones de Apertura y Clausura, otorgando así un segundo ascenso a la Primera División.
Estas competiciones proporcionaron a los equipos de la Primera B una oportunidad adicional de ascenso y aumentaron la emoción en esta categoría.
Copa Absoluta
La Copa Absoluta, disputada en los años 2015 y 2016, fue una competición amateur en la Tercera División A y la Tercera División B. Es previa al inicio de los campeonatos oficiales de esas categorías.
Como ocurría antes de los otros torneos, permitía a los clubes de las divisiones inferiores prepararse para la temporada oficial y ganar experiencia en el proceso. Además, el ganador del torneo se hacía con 3 valiosos puntos adicionales que se computaban en el campeonato oficial.
Aunque estas copas pueden haber desaparecido oficialmente de la escena del fútbol chileno, su legado perdura en la memoria de los aficionados con más años. Cada competición dejó su marca, proporcionando emociones y momentos inolvidables para los seguidores del deporte rey en Chile.
La historia de estas siete copas de fútbol funciona como un testigo de la tradición futbolística en el país y de la pasión que sigue impulsando al deporte chileno.