En la pasada época de fiestas, miles de personas recorrieron las calles de los barrios comerciales de la capital, tiempo ideal para los delincuentes que se aprovechan de las aglomeraciones para cometer ilícitos.

Con un elaborado método, los lanzas en el barrio Meiggs cuentan con varios miembros en sus bandas. Distraen a las víctimas y les impiden el paso mientras que son los menores de edad quienes perpetran el delito ya que la penalidad es mucho más baja a si lo hiciera un adulto. 

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