El número de desplazados a raíz de la guerra en Ucrania sigue en aumento y cifras de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), llegan a los 2,1 millones de personas.
En medio de este éxodo de mujeres, niños y adultos mayores, Paulina de Allende-Salazar realizó junto a estas familias el viaje que les permite salir del país para llegar a Polonia.
Esta mañana la periodista realizó un despacho desde Lviv, y relató que "hay gente que está detrás mío. Esto no es un mall, era un mall y hoy día adentro no se puede entrar porque están cuidado la intimidad y la necesidad".
"Adentro hay cientos de colchones arrumbados en el suelo con niños chiquititos que tuvieron que viajar de sus distinatas ciudadanes para llegar a la frontera de Polonia. Algunos de ellos vienen con su mamá o sus abuelas, pero otros han tenido que salir solitos desde sus ciudades", agregó.
En cuanto a las mujeres, indicó que "salen con una bolsa, eso es todo lo que ellas se llevan. Llevan a sus madres a veces o sus padres ancianos y desesperadas por arrancarse hacen viajes de tres, cuatro días y aquí la temperatura es bajo cero".
En un registro de su viaje junto a los refugiados, Paulina llegó a una de las estaciones de trenes, que de acuerdo a su relato "siguen repletas con gente que quiere salir desde Ucrania. Ellos no saben a qué parte de la frontera van a llegar, solo se suben al tren. Saben que va a Polonia, pero no saben a qué puesto fronterizo".
El transporte llega vacío desde Polonia y "solo va a salir cuando esté repleto. Es un tren de camarotes, donde las familias se van a ir instalando en su interior".
El trayecto terminó solo tras 23 horas de viaje, permitiendo la llegada a salvo de cerca de 1.700 personas a la frontera.
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