Se cumplió un año y dos meses desde que la pequeña Tamara Moya falleció en una encerrona en la comuna de Huechuraba. El caso impactó al país y ha movilizado a sus padres y otras familias afectadas a impulsar la "ley Tamara", para endurecer las penas a quienes vulneren a menores de edad.
Esta mañana, Camila Almonacid, su madre, estuvo en el estudio de "Mucho Gusto".
"Desde que fallece Tamara pierdo la voz, pierdo las ganas de vivir, pierdo todo. Te encuentras con la parte más oscura de ti mismo, porque yo nunca creí que tuviera un lado oscuro, pero yo tenía odio. Ahí me di cuenta de que de verdad puedo llegar a odiar, que de verdad tengo rabia".
"A quienes habían matado a mi hija yo les deseaba la muerte, pero siendo contradictorio con eso, a pesar de que comenzó todo esto de que 'los padres de Tamara pedían la pena de muerte', que fue uno de los debates que tuvimos con Neme hace un tiempo atrás, yo nunca estuve de acuerdo con la pena de muerte. El tema es que yo no era capaz de hablar, no era capaz de expresarme", explicó.
Camila aseguró que "yo no le deseo la muerte a nadie ahora que llevo un año y dos meses desde el fallecimiento de mi hija".
En cuanto al apoyo del Gobierno, indicó que recibió ayuda del Programa de Apoyo a Víctimas. "Desde el primer momento se acercaron a nosotros y que nos han estado ayudando con todo el colectivo de padres que hemos estado formando".
"¿Qué he aprendido durante ester año? A conocer mis límites, a conocer hasta dónde soy capaz de llegar porque uno dice 'si se te muere un hijo, te mueres tú'. (...) Lo más importante es la salud mental para las personas que hemos sido víctimas de estos actos violentos", contó.
Durante ocho meses decidió no recibir ayuda psicológica, pero un momento fue crucial para aceptar la ayuda.
"El día en que le dije a Raúl 'me voy a matar, un día vas a llegar a la casa y me vas a encontrar muerta', ese fue el día en que dije 'yo necesito ayuda. No puedo seguir negando a recibir medicación porque sola no puedo'", recordó.
"Yo no estoy bien, Raúl no está bien, ningún papá está bien y la palabra bien se cambia a 'un poco más estable'. (...) Pienso todo el día en ella y a cualquier papá que tú le preguntes, se levanta y se acuesta pensando en sus hijos, no importa si ya han pasado 20 años", agregó.
Por esta razón, aseveró que "no puedes hacer anda para no extrañarla, no hay un remedio que te ayude a dejar de extrañar. No hay palabra".
En cuanto a la ley que lleva el nombre de Tamara, Camila pidio más celeridad en su pronto despacho, ya que hay tramitaciones que en cuestión de días han sido aprobadas, como la cercanía de locales de votación para el Plebiscito de salida. "¿Por qué es más importante que la seguridad de los menores de edad?", preguntó.
Revisa la entrevista en el video.