Macarena Rojas, Trabajadora Social con un diplomado en administración para la gestión gerontológica señala que la sociedad chilena ha ido cambiando con el paso del tiempo y que es imperante un cambio de mirada en torno a la tercera y cuarta edad. Este segmento etario es totalmente diferente a decadas anteriores, por lo que hay que modificar la visión que había anteriormente hacia ellos.

Macarena explica cómo se construyó el constructo social sobre el envejecimiento 

"Se habla de una visión antropológica, se habla de una visión sociológica, de una visión cronológica de la edad. Uno puede tener distintas miradas y finalmente lo vamos construyendo también en la medida que la sociedad va cambiando. Osea muchas de las ideas preconcebidas que nosotros tenemos sobre la vejez obedece a una sociedad donde los años post jubilación son muy mal vistos. Partiendo que la jubilación era un logro, no en todos los países había una jubilación. Estaba pensado como una etapa en que hacer después de tu retiro laboral. Dónde el periodo de sobre vida de post jubilación o post trabajo era mucho menor, osea donde las expectativas de vida no superan los 60, 65 o 70 años. Entonces esta revolución de la longevidad que tenemos ahora, se habla que en el siglo XXI una de las grandes transformaciones sociales y mundiales tiene que ver con la longevidad. Nunca antes el mundo ha tenido el desafío de pensar o de inventar que hacer con esta etapa de la vida, que hoy en día puede ser incluso mas larga que la juventud, puede ser mas larga que la adultez. Entonces primero que todo entender que es un desafío nuevo, no es algo que nosotros vivimos con estos prejuicios porque queremos, sino que veníamos de una sociedad donde tenía ciertas imposiciones y ciertas ideas sobre la vejez, que algunas eran mas reales".

La experta define cual es el desafío que tiene la sociedad chilena por delante.

 "Yo te diría que este nuevo desafío tiene que ver con entender que nosotros como personas nos venimos construyendo en esta trayectoria de vida que ha ido cambiando, que no es la misma que teníamos antes y que cuando envejecemos nos seguimos construyendo. La vejez en el paradigma tradicional e incluso teórico o social está como muy asociado al declive. Uno siempre decía; nacemos, crecemos, llegamos como a nuestro apogeo que es la adultez y envejecemos. En cambio desde la trayectoria de vida la perspectiva es lineal. Porque independiente de nuestra condición física y cognitiva que en su mayoría es súper positiva y es buena. Es una construcción constante, nosotros cuando cumplimos 60 o 65 años, no dejamos de ser la persona que hemos sido, entonces te diría que tenemos un desafío a nivel personal, que es como nosotros nos reinventamos".

Rojas explica que el envejecimiento de las personas en la actualidad se da de forma lineal, porque no existe un declive en la vida de estas personas. Muchos piensan que al llegar a la tercera edad, la vida ya empieza a descender, pero esto no es verdad.

“Se habla que es lineal porque no hay un declive, osea es en oposición a la idea de que uno nace, crece, se desarrolla y tiene un declive. En cambio cuando uno lo mira desde una perspectiva de desarrollo humano no siempre avanza, no hay un declive. Puede haber un declive físico tal vez, pero en la construcción como persona nunca termina, entonces cada edad tiene su propio desafío. Si uno fuera mirando generacionalmente, por ejemplo hoy en día tenemos una generación de personas mayores que por la historia que les tocó vivir, por los trabajos que desempeñaron, por ejemplo tiene brechas en lo digital o tiene un menor nivel educacional que la población en general”. 

La Directora de Gestión del Observatorio del Envejecimiento de la Universidad Católica cuenta cupales son los principales problemas que tienen los chilenos de cara a la tercera edad.

"Yo te diría que en varios ámbitos, osea en uno desde cómo a veces los tratamos. Muchas veces, yo siempre digo que es bueno tener amigos de todas las edades, y ojalá todos pudiéramos tener amigos de todas las edades. Pero uno cuando se relaciona con una persona mayor, suele tratarlo con una distancia en el que a veces ellos no se reconocen y cuando te conocen un poco más te dicen, “no me diga usted o no me diga don, dime por mi nombre” porque tienen ganas de establecer una relación mucho más horizontal. Yo creo que se refleja muy fuerte también en el mundo del trabajo, todavía hay muchos estereotipos que están asociados a la idea de las personas mayores ya no rinden como antes y eso no es real. Es cierto que se pierde velocidad en algunas funciones pero se gana en experiencia, en tolerancia. ya está súper comprobado que nuestro cerebro nunca deja de generar nuevas conexiones neuronales cuando aprendemos algo nuevo".

60 y 65 años, sinónimo de vigencia:

Rojas explica con que cosas se están encontrando las personas cuando pasan a ser parte de la tercera edad hoy en día.

“Yo te diría que está súper distante esa idea de que la persona mayor se retira y se va a descansar a la casa. Si uno pudiera valorizar las horas de trabajo no remunerado que hace una persona mayor, cuidando a un hijo o nieto, participando o yendo a voluntariados, cuidando a otros. Muchas de las personas mayores de edad más avanzada son cuidadas por personas mayores, osea hay muchas personas mayores de 60 y 70 años que les toca apoyar a sus papas que son mayores que tienen 90 o a una pareja que a lo mejor tuvo un problema de salud. Entonces es importante entender que la gran mayoría de las personas mayores no sólo son súper activos, sino que si uno pudiera medir la cantidad de horas que se podrían decir como trabajos no remunerados pero que son un aporte social importante, serían muchos”. 

Macarena esgrime cuáles son los factores sociales que influyen en este curso de vida de las personas mayores

"La verdad que hay varios. Si uno lo mira desde la mirada del envejecimiento, hay varios determinantes sociales, osea obviamente  no es sólo responsabilidad de uno cómo uno envejece. De hecho muchos de los expertos dicen que sólo uno en un 25% de las patologías, o de las situaciones que uno vive cuando es mayor, puede culpar a la genética, es decir, si yo tengo diabetes o tengo hipertensión, o tengo un problema cardíaco, no le puedo echar 100% la culpa a mis papás y a mis abuelos, tiene mucho que ver con el estilo de vida. Pero también con el contexto cultural y con las oportunidades en la sociedad en que yo vivo. Entonces hay determinantes sociales y culturales, hay un componente de responsabilidad personal, osea el estilo de vida que yo elegí y factores más endógenos".

Por último, la experta presenta cuáles son los desafios que tenemos los chilenos por delante, para contribuir a favor respecto a las personas mayores.

"Puede ser un lindo desafío para la política pública como incorporamos en la sociedad una mirada más intergeneracional de la vejez, qué y cómo vamos cambiando esta mirada de la vejez desde una edad mucho más temprano. Hay un componente que tiene que ver con la responsabilidad personal, es decir como nos vamos preparando para esta etapa de la vida y no hablo sólo en término social, sino que también tener un proyecto de vida que me guste. Si mi proyecto de vida en una sociedad como la que nosotros vivimos hoy en día que está súper centrado en el hacer, en el trabajo. Cuando perdemos esa identidad de hacer, se nos produce una crisis vital súper importante de que es como “¿pucha quien soy? Mas allá de lo que yo hacía en el trabajo, que a lo mejor demandó tanto tiempo de mi vida. Entonces construir un proyecto de vida que me encante".