Claudio Bravo y Mark González son vinculados a maniobras de evasión de impuestos en la Real Sociedad
Claudio Bravo y Mark González son parte de una nómina de exjugadores de la Real Sociedad acusados de percibir ingresos por medio de diversos paraísos fiscales con el objetivo de disminuir el pago de impuestos ante la Hacienda Foral de Guipúzcoa.
Esto por causa de una investigación en torno a una condonación de pagos de impuestos que recibió el club en el año 2009 y diversas irregularidades en torno a sus responsabilidades en torno a dicho departamento fiscal.
"El juicio sacará a la luz todos los contratos del club que fueron evadidos al extranjero para evitar los pagos de impuestos en España", consigna el medio español El Cierre Digital.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa admitió parcialmente un recurso de apelación presentado por Iñaki Badiola, expresidente del equipo entre 2007 y 2009, pidiendo la apertura del procedimiento abreviado contra altos cargos del Partido Nacionalista Vasco (PNV), quienes trabajaban en la Hacienda guipuzcoana.
Se acusará por presunta prevaricación a Markel Olano, diputado general de Guipúzcoa y a otros cuatro altos cargos que condonaron deudas al club por pagos eludidos con respecto a los contratos millonarios de varios futbolistas.
De acuerdo a la documentación que maneja el citado medio, futbolistas nacionales y extranjeros de la Real Sociedad “percibían los ingresos dinerarios por sus fichas través de supuestos derechos federativos en paraísos fiscales ocultando el dinero a la Hacienda Foral de Guipúzcoa, que se hizo cómplice con el beneplácito de los altos cargos del Partido Nacionalista Vasco (PNV)”.
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En la lista aparecen los dos jugadores chilenos más Darko Kovasevic, Nihat Kahveci, Valeri Karpin, Javier Garrido, Mikel Arteta, Sander Westerveld, Gabriel Schürrer, Mattias Asper y Tayfun Korkut.
El truco fiscal que ocupaba la institución era aparentar un contrato de cesión de derechos federativos, que en el caso del portero del Manchester City se indica que “cobraba de la Real Sociedad sus millonarios pluses en dinero B al margen de su ínfima nómina, que apenas superaba los 1.000 euros mensuales, a través de sociedades interpuestas en lugares con una tributación fiscal muy beneficiosa, como los Países Bajos, con el fin de burlar al Fisco español”.
Finalmente, en el caso del volante de Magallanes se agrega que “los derechos federativos -que ya poseía gratuitamente la Real Sociedad-, fueron pagados por el club donostiarra vía Suiza a través de una cuenta vinculada al jugador en la Unión de Bancos Suizos (U.B.S. AG-ZUG)”.
