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Ser padres jóvenes: 5 pasos para enfrentarlo

  • Por Meganoticias

Una etapa crítica de la vida es, sin duda, la adolescencia. Los cambios hormonales, el crecimiento y la búsqueda de una identidad propia someten al joven a mucha ansiedad. Y si se suma la paternidad o un embarazo, las cosas pueden complicarse más.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adolescencia es una etapa que va desde los 10 hasta los 19 años de edad. En este período de la vida no se tiene suficiente conciencia sobre los riesgos de la iniciación sexual temprana, por eso cuando se produce un embarazo la incertidumbre y el miedo los afecta considerablemente.

Un artículo de Guía Infantil precisa que los adolescentes sufren cambios de humor, manifiestan dificultades para manejar sus emociones y en el caso de estar a la espera de un hijo, se sienten temerosos de no poder cumplir el rol como lo hacen las personas más adultas.

El sitio ResearchGate precisa que económicamente, los padres adolescentes sufren una merma en las posibilidades de ingreso de entre 11,7% y 12,7%, de modo que la nueva realidad los puede obligar a interrumpir aspectos como la formación y se vincularán al mercado laboral para atender económicamente al hijo.

Los jóvenes sienten inseguridad por no tener estabilidad económica, no saben qué deben hacer con la relación de pareja que llevó a esta paternidad, sobre todo si no fue producto de un noviazgo más o menos estable con amor e ilusiones de por medio.

Sin embargo, estas dificultades tampoco son exclusivas de los adolescentes. La paternidad y la maternidad son momentos de ansiedad y de temores a cualquier edad, la diferencia es que los adolescentes necesitarán más apoyo emocional, orientación y ayuda para llevar el desarrollo propio y el nacimiento de un hijo de forma armoniosa.

Para sobrellevar el hecho de ser padres adolescentes es importante tomar en cuenta estas ventajas:

  • Aprender a cuidar y a proteger al hijo les ayudará a madurar emocionalmente.

  • Tienen más energía para brindar las atenciones al bebé, jugar y estimular su desarrollo.

  • Es una situación de reto, en el que los jóvenes se ven forzados a asumir un papel más adulto frente a consultas médicas, mantención y manejo de la relación de pareja.

  • El entorno familiar se pone a prueba, pues ante esta realidad el adolescente debe recibir apoyo, orientación y acompañamiento. Un espacio familiar donde pueda aclarar sus dudas y expresar sus sentimientos es importante para nivelar la ansiedad natural de un embarazo a temprana edad.

Aunque lo ideal es planificar la maternidad y la paternidad, una vez que ya existe el compromiso con un hijo, se debe aprovechar el momento para formar al adolescente en la prevención de más embarazos.

Para la elaboración de este artículo, también consultamos referencias en La Nación y la organización Scielo.

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