Análisis Internacional: Bolivia reitera demanda de salida al mar
El calificativo de mal vecino del Presidente de Bolivia Evo Morales para referirse a Chile, es un paso más en la estrategia puesta en marcha desde que su imagen comenzó a caer en las encuestas. Dando una vuelta en su discurso, Evo pasó del espíritu conciliador a emplear frases, y calificativos altisonantes lejos de la buena practica diplomática y que tienen su impacto directo en la relación bilatera. Dejó el camino del dialogo y amenazó con denunciar el Tratado de Paz y Amistad firmado por los dos países el año de 1904 y que fijó las fronteras.
Evo, viene diciendo que dicho acuerdo se debe denunciar por tres razones: haber sido impuesto a la fuerza, por ser injusto y por ser incumplido. En estos elementos, es que Evo, tiene una interpretación histórica distinta a lo que realmente sucedió. En los dos últimos años, el mandatario boliviano viene agitando la bandera de la salida con soberanía al mar, y a la par anunciando que llevará a Chile a los Tribunales internacionales de justicia.
Por eso se debe entender la fuerza del canciller Alfredo Moreno, para responder al gobernante boliviano, señalando que Morales describió ayer una versión interesada de la historia que distorsiona el presente,y que utiliza expresiones ofensivas y hace cargos infundados que no condicen con la buena vecindad. La autoridad chilena lamentó profundamente que el presidente Morales no haya mencionado el diálogo bilateral y persista en una estrategia judicial que no tiene fundamentos y alejada de la realidad, porque el Tratado de 1904, fue firmado de común acuerdo, y se ha cumplido a cabalidad como recientemente lo constató una delegación empresarial boliviana que estuvo en terreno verificando las facilidades que Chile otorga al flujo de carga entre los dos países. Chile le ha ofrecido en distintas administraciones que sea a través del diálogo que se llegue a una solución a la aspiración boliviana.
La lógica que tiene Evo Morales es inflar un discurso nacionalista, anti chileno, como el que tantas veces ocupó cuando era dirigente indígena, olvidando que las funciones de Jefe de Estado, obligan el cuidado del lenguaje para referirse a otros Estados. No puede atacar a Chile, para levantar su caída popularidad. Más bien debe focalizarse en cumplir con las promesas que ofreció a su pueblo, que es donde radica el malestar en su contra.
Para Chile, no hay tema pendiente en materia fronteriza, pero si se puede dialogar, siempre y cuando la contra parte, en este caso Evo Morales también lo quiera. En el corto y mediano plazo la relación bilateral será tensa, por el tono, adjetivos y calificativos que emplea en su propio beneficio don Evo Morales.
Libardo Buitrago
