Desaparecidas de Copiapó: Sigue sin resultados la búsqueda de Catalina

En varios puntos de la periferia copiapina se desarrolló este lunes la búsqueda de Catalina Álvarez Godoy, la joven de 16 años que la madrugada del 23 de junio abordó el colectivo conducido por Hugo Pastén, autor confeso de la muerte y violación de otra de las jóvenes desaparecidas en la capital de la región de Atacama. 

El homicida señaló que si bien raptó a Catalina con la intención de violarla, esta se habría lanzado del auto en marcha, pereciendo en la caída. Sin embargo los peritos no han encontrado indicio alguno de ello en el lugar señalado por Pastén descartando su versión.

La búsqueda en la que participan unidades de ambas policías, bomberos, socorro andino y otros grupos especializados hasta aquí han sido infructuosas. El fiscal regional de Atacama, Alexis Rogat, señaló que "las tareas de búsqueda y rastreo no se han detenido en ningún momento y estas se realizan en base a una planificación técnica en virtud a la evidencia que se ha logrado recopilar".

Los familiares de la joven desaparecida han manifestado su esperanza en torno a que las diligencias logren dar con el paradero de Catalina y se establezca en un breve tiempo lo que realmente ocurrió con ella. También han manifestado sus críticas a la Justicia. No entienden cómo un sujeto con los antecedentes criminales que tenía Pastén, estaba libre y sin vigilancia.

Perfil Psicopático

Llama la atención la frialdad y la alevosía con la que señaló haber actuado el homicida. En uno de los casos, confesó que a la ciudadana boliviana Mariana Cabrera, la habría raptado en el colectivo que conducía. La agredió y amenazó. Manejó un largo trecho hacia la pampa desértica. Luego de abusar de ella, la golpeó con una piedra hasta matarla y posteriormente la arrojó a un profundo pique minero abandonado.

"Clínicamente no cabe duda que estamos ante un sujeto con estructura psicopática", señaló el sicólogo Juan Carlos Gómez, quien ha trabajado con pacientes que presentan características similares a las de Pastén.

El profesional asegura que "este tipo de personas poseen frialdad afectiva y falta de empatía. Además, desarrollan en sus vidas dos aspectos, uno donde son adaptados en términos sociales y otro en el que aparecen sus rasgos sicopáticos y son capaces de dañar disfrutando del sufrimiento de otros. Todo esto puede estar determinado por factores que provienen de una infancia violenta o con abusos".

Y es probable que este sea el caso. Según sus parientes cercanos Hugo Pastén, fue abandonado por su madre y luego torturado por una madrastra violenta.