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Madre de niño que espera trasplante hace dos años: "Acá se ha faltado el respeto a la vida"

  • Por Meganoticias

Mejorar el sistema de salud, por uno más inclusivo y en donde los profesionales de la medicina -que se desempeñan en centros asistenciales públicos- tengan las herramientas necesarias para trabajar, forma parte de una de las peticiones de Rocío, madre de un niño que desde hace unos dos años espera ser trasplantado.

Más allá de estas peticiones -que no son menos importante-  esta madre chilena anhela que su hijo Mateo, finalmente, pueda ser trasplantado para llevar una vida normal como cualquier otro niño.

Desde hace siete años, Rocío ha cargado con la angustia de mantener con vida a su pequeño, quien perdió el intestino al momento de nacer. A partir de ese instante los esfuerzos de la joven no han parado y el único propósito de ésta es que aparezca un donante para su hijo. 

Lamentablemente en esa espera, que se ha mantenido por mucho tiempo, a Mateo se le fue debilitando su hígado y, ahora requiere con urgencia un doble trasplante para mantenerse con vida.

"Sé que hay descontentos de todo tipo (en la población), pero hablo de la salud que es la vida. Lo más preciado de este mundo es la vida y acá se ha faltado mucho el respeto a eso", afirmó Rocío durante una entrevista en Mucho Gusto.

La joven vive a diario el trance de ver como la salud de su hijo ha empeorando, mientras el Estado no le ofrece una solución adecuada porque, tristemente, y como lo expresó “no es igual la atención en los centros de salud público que en los privados”.

Falacias en el sistema público de salud 

"Hay muchas falacias en el sistema público (...). Al estar en un hospital público, la respuesta que siempre recibí del Estado, por ejemplo, es que no habían recursos para que él (Mateo) durmiera conmigo en la casa porque para eso habían que invertir y eso fue algo con lo que luché años. Pero, (los pacientes) que están en el servicio privado si tienen atención domiciliaria", manifestó. 

Desde que el inicio de la crisis social en nuestro país, Rocío se traslada como es costumbre con su hijo al Hospital Clínico Félix Bulnes Cerda . Sin duda, no es una labor fácil, pero no pierde las esperanzas en que las cosas cambien en el país.

"Quiero que las cosas cambien de raíz (...). No avalo la violencia, me gusta estar en paz, ver un chile lindo, sin raya, pero hay mucho enojo, hay mucha frustración (...). Siento que soy la voz de muchas madres que, al igual que yo, viven esta realidad y nadie conoce su historia", expresó.