Este delito se entiende como un proceso que va desde la captación de la víctima - a través de la amenaza, uso de la fuerza, rapto, fraude o engaño – luego el traslado que puede ser dentro del territorio nacional o cruzando fronteras hacia otro país, después viene la recepción de la víctima en el destino; para finalmente concretar la explotación con fines de trabajos forzados, esclavitud, explotación sexual y/o extracción de órganos. 

Es una grave violación a los derechos humanos y es considerada la “esclavitud moderna”.

A nivel mundial, es el tercer negocio ilícito más lucrativo, luego del tráfico de drogas y tráfico de armas. Genera más de 150 mil millones de dólares al año.

Chile tipificó el 2011 mediante la Ley N°20.507 del 1 de abril de 2011 los delitos de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas y establece normas para su prevención y efectiva persecución penal.