Con el fin de conseguir trabajo en el Terminal Pesquero de Santiago y conocer la realidad que viven los ciudadanos haitianos que llegan a Chile en busca de un mejor futuro, el infiltrado se vio obligado a someterse a un drástico cambio físico. 

Un nuevo estilo de cabello, largas horas de maquillaje y el talento actoral del infiltrado lo ayudaron a ingresar al duro mundo del Terminal Pesquero de Santiago, lugar donde sintió en carne propia, la discriminación, injusticias y el rechazo que demostraron los trabajadores chilenos a los inmigrantes. 

¡Mira este momento destacado del capítulo de Misión Encubierta!