Estaban todos reunidos para despedir el difunto ¡Incluso Américo! El cantante se dedicó a guiar la ceremonia fúnebre pero de pronto algo lo detuvo ¿Qué? ¡La llegada de Ruperto! El simpático borrachito de Morandé no encontró nada mejor que llegar a vender sus productos al funeral ¿Quieres saber cómo terminó todo?

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