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Johanna Hernández , condenada por el crimen del profesor Nibaldo: "'Te amo', fue lo último que me dijo"

  • Por Mega.cl
Johanna Hernández , condenada por el crimen del profesor Nibaldo: ''Te amo', fue lo último que me dijo'

A tres años de la muerte del profesor Nibaldo Villegas en la comuna de Villa Alemana, Johanna Hernández, su esposa y condenada a 40 años de presidio por participar en su asesinato entregó una entrevista a Informe Especial, donde detalló lo que ocurrió ese 10 de agosto de 2018, día en que ambos se reunieron para celebrar su cumpleaños. 

"Cuando Nibaldo subió a preparar el cine en la pieza, se llevó los sushi y yo me quedé preparando los tragos y ahí eché el polvillo de los Clonazepam... Nos tomamos los tragos, empezamos a comer sushi y el Nibaldo en 10 minutos ya no coordinaba, se quedó dormido con un sushi en la boca y yo se lo saqué para que no se fuera a ahogar".

La interna añadió que "lo acomodé en la cama, porque se quedó dormido casi cayéndose. Lo ayudé a acostarse y me dijo 'te amo', que fue lo último que me dijo, y ahí le mandé las fotos a Francisco que estaba Nibaldo durmiendo".

Ambos se conocieron cuando Hernández terminó su educación media a los 23 años, tiempo en el cual Villegas fue su profesor de computación. Cuando iniciaron su relación, la interna tenía dos hijos de su anterior matrimonio. 

Pese a que aseguró que en sus ocho años como pareja nunca exisitieron mayores dicusiones o crisis, sí fue consultada por la denuncia de violencia intrafamiliar interpuesta por el fallecido docente en su contra, la que fue archivada tras su deceso. 

"Una vez peleamos y yo empecé a tirar todas las cosas al suelo y le dije que se acababa todo. En esa ocasión colapsé y tiré todo al suelo y pateé un montón de cosas. (NIbaldo) solamente me trataba de tranquilizar", dijo.

A Francisco Silva, también condenado por la muerte de Villegas, lo conoció mientras trabajaban en un centro de salud. "Empezamos como amigos, yo le contaba los problemas que tenía, él me contaba los problemas que tenía con su esposa y de a poco se fue dando y terminamos pololeando", relató. 

Tras su separación con la víctima, Hernández dijo que Francisco Silva "me revisaba todo. Los días que no nos veíamos, él después tomaba mi teléfono, desinstalaba WhatsApp, lo instalaba de nuevo y como daba la opción de recuperar todos los mensajes, los leía todos y ahí se daba cuenta que seguíamos teniendo una relación con Nibaldo y empezaron los golpes, yo empecé con una depresión muy grande".

"Para mi cumpleaños, Francisco me regaló un pote con Clonazepam. Me dijo 'guárdalo, porque esto es el camino a nuestra felicidad', yo lo eché a mi mochila", apuntó sobre el momento en que ambos 

Hernández también señala que Silva "me dijo que quería contratar a alguien para que matara a Nibaldo y yo le dije que cómo iba a hacer eso, si ni siquiera tenía plata para pagar la pensión de sus hijas. No pedí ayuda, no le tomé la importancia que debí haberle tomado, porque pensé que no lo iba a hacer".

Al recordar los días previos al crimen, Hernández señala que Francisco "me dice que le pida que me celebre mi cumpleaños en la casa de Peñablanca, yo lo miré, le pregunté por qué, y me dijo 'tú haz lo que tienes que hacer'. Yo a esa altura no le rebatía nada a Francisco, yo solamente obedecía, pasaba todo el tiempo dopada. Jamás hubo un plan".

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