En el último capítulo de "Vuelta a la Manzana", María José Bello llegó a conocer las tradiciones y los mejores lugares del Valle del Aconcagua. La actriz aprendió el secreto para preparar un buen arrollado de huaso, también visitó iglesias y heladerías con años de historia. Si embargo, hubo una actividad que le llegó al corazón. 

María José estuvo en la localidad de San Esteban donde se realiza la trilla a yegua suelta, una antigua actividad campesina donde las yeguas y caballos pisotean las gavillas para separar la paja del grano. 

La escena con los animales desplegando toda su fuerza en una actividad que beneficia al hombre, hizo que la conductora llegara a las lágrimas. "Estoy conmovida. Es muy bonito, esto. A mí me gusta harto Chile", dijo emocionada. 

 

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