En este exclusivo lugar viven Ágata Cárdenas y sus dos hijas: Rubí y Esmeralda. Oriundas de un barrio más popular, la vida les cambió cuando su madre fue a un remate de maletas del aeropuerto y al abrirla encontró un dineral que le permitió cambiar de vida. Entonces Ágata escondió su maleta y le dijo a sus niñas que recibió una herencia y con eso arrendó el pent-house donde viven. Son las nuevas ricas, tres mujeres muy atractivas y activas en redes sociales.