Mariano estaba fuera de sí. En descontrol golpeando a aquel hombre que abusó de su hija, Florencia. Haciendo justicia con sus propias manos. Pero tras una serie de golpes, Mariano ordenó que los perros se le tiraran encima al tío de su hija. 

Pero tras una llamada de Gustavo, Pilar llegó justo a tiempo para detener esta tortura. Para que Matías no muriera y Mariano no echara su candidatura por la borda. Eso si, le prometió a Matías que su vida iba a ser un infierno.