Raúl llegó al límite. Quiere entregarse a la policía, quiere hablar con el fiscal Ramos para enmendar todos los errores que ha cometido desde que empezó a negociar con la familia Beltrán. 

Pero Gustavo está al acecho y sabe que tiene que quitar de el camino al padre de los hermanos Salgado. Es por eso que Mariano Beltrán le dio la luz verde para que pueda mantener el orden en la campaña.