En un acto desesperado, Guillermina se confesó ante el padre Reynaldo con lágrimas en los ojos. Ella le reveló sus sentimientos hacia Armando, afirmando que estaba enamorada de él y que había sido el único hombre en su vida, amor que hoy la atormentaba profundamente. 

Elvira se reencontró con Estela, ocasión en la que le contó como se encontraban sus hijos y le señaló que juntas iban a hundir a Armando, dejándolo tal cual lo encontraron: En la calle. 

Armando fue indignado en busca de Elvira a la hostería Möller, tras enterarse que ella se hospedaba allí. Al llegar, la resistencia de Ernesto no pudo evitar que fuera a su habitación y la confrontara, para luego insinuar que se encontraba junto a Estela

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