La última vez que los vimos fue ante una ola que entraba por una ventana. Una ola que significó la muerte de muchas personas el día del terremoto y posterior tsunami de Valdivia. Pero ahora estaban ahí, frente a María Elsa y frente a Armando Quiroga, frente a las dos caras de la misma moneda.

Un retorno que pocos olvidarán y que cambiará la historia de Villa Ruiseñor. Mira cómo fue este emocionante momento.