La incertidumbre para Julieta ya terminó. Al entrar a su habitación de la hostería de los Moller, un hombre pasado de copas se confundió de habitación, quisiendo entrar en la de ella. Justo en el ese momento subió Reynaldo, quien también está viviendo en el lugar.

Al decirle que esta no era su habitación, los ojos de la enfermera se desviaron al nuevo inquilino de la hostería. Grande fue su sorpresa al ver que era nada más ni nada menos que Reynaldo.