Agustina sigue en la clínica de Ginebra, esperando salir una vez que le saquen las vendas de la cara. Una vez que pueda ver el rostro que dejó atrás justo después de haber dado a luz a su hijo Tomás.

Pero todo cambió, le hicieron creer que Tomasito estaba muerto, tuvo que internarse a una clínica psiquiátrica para rehabilitar su cabeza perdida en el abismo de las tragedias de Verdades Ocultas. Pero en el fondo, Agustina sabe que Tomasito está vivo e irá a recuperar al hijo que le quitaron.