Nicolás llegó al pasaje junto a su amigo Tomás, quien salió en libertad luego de cumplir su condena por haber asesinado a Leonardo. Han pasado años desde que Tomás no visitaba el pasaje, pero nunca pensó en toparse con la siguiente sorpresa.

Su hijo Benjamín, su razón de vivir y aguantar cinco años en prisión, estaba ahí, frente a sus ojos a su llegada a Nueva Esperanza. Tomás no pudo aguantar ir tras él y conocerlo de cerca en la casa de Marco.