Llegó la hora de hablar. Agustina escuchó y ya intuía que algo le pasaba a Ricardo, aquel hombre que la ha acompañado en todo momento, más en las malas que en las buenas. 

Pero desde que Agustina se volvió a cambiar el rostro, el hijo de Gabriela no puede evitar recordar y ver a Leonardo en la cabeza cada vez que ve a Agustina.

Es por eso que para que ambos estén mejor y sin problemas, la hermana de Rocío le pidió que se den un tiempo para que ella pueda recuperar lo que ha perdido sin ataduras y errores. Esto es un tiempo, no es el fin.