Lorenzo creía que estaba todo listo para poder regresar tranquilamente a su casa y dejar de jugar al juego de las identidades intercambiadas con Carlos. Y fue en camino de ida hacia Santiago que Lorenzo se percató de algo muy importante.

Falta por cumplir una parte del contrato para que se haga real la sociedad entre Ernesto y Agustín, y justamente se trata de que Laura se quede en Vista Hermosa.