Guillermina no deja de seguir los pasos del padre Reynaldo. Esta vez lo descubrió muy cómplice con María Elsa. No lo pensó dos veces y fue hasta la oficina del cura para preguntarle qué se trama con la hija de Quiroga. El padre, quien se encontraba con Corcuera, debió evadir las preguntas de la mujer y de Camilo, que descubrió el engaño del párroco.