Lee la carta completa que dejó Guillermina antes de morir

Villa Ruiseñor

9 de Noviembre 1957

               Mi nombre es Guillermina Márquez, nacida y criada en este pueblo y desde hace 30 años marcada por una obsesión. Esta es mi declaración jurada sobre los hechos acaecidos la noche del crimen de la señora Elvira Undurraga de Möller.

La noche en cuestión asistí, como todo el mundo, a la ostentosa ceremonia. Necesitaba hablar con don Armando, así que pasé a verlo a la casa de campo que ocupa desde su triste separación.

Esa noche don Armando llegó muy tarde. Su comportamiento era extraño, estaba muy nervioso, como si la angustia lo estuviera comiendo por dentro. Al principio dijo que se había metido en una pelea de borrachos, cuando lo quise ayudar, me sacó violentamente de su casa, a los gritos, como si quisiera matarme.

Cuando iba saliendo de la propiedad vi algo que confirmó mis peores temores, los mismos que alimento desde hace tantos años.

El arma que mató a Elvira Undurraga estaba ahí, afuera de la casa. Con la sangre aún fresca de la víctima.

Con el dolor de mi alma confieso que Armando Quiroga es el asesino de Elvira Undurraga.

Esta no es la única declaración. Otras dos cartas idénticas fueron enviadas a dos personas como prueba de mi testimonio y de cómo una pasión malsana puede llevar a un ser humano a arriesgarlo todo.

Por Armando Quiroga hasta perdí el amor de una hija, que hoy, cuando quizás ya sea demasiado tarde, recién empiezo a conocer.

Perdóname Nora, hija mía.

Juro ante Dios y ante los hombres que éste es toda la verdad que conozco.

Guillermina Márquez

Directora del Colegio de Señoritas de Villa Ruiseñor