Fue Agustina, de manera impulsiva, quien salvó a su madre de las garras de Pedro Mackenna. Pero el instinto de Laura, ese instinto de madre, surgió como pocas veces para hecharse la culpa y bancar el crimen que cometió su hija, esa misma que abandonó hace 20 años atrás. Ahora Laura estará tras las rejas pagando por las mentiras que quizás nunca pagó en vida. 

-¿Va a cambiar la relación de Laura con sus hijas ahora que ella estará tras las rejas?

-Yo creo que sí, ella espera que pase eso. Si nos ponemos a pensar como Laura se preocupó de resguardar a su hija en el lugar donde la dejó, pero está la inmensa culpa de haberla entregado y de todo lo que le reclama Agustina. Entonces ella se hecha la culpa por la muerte de Pedro porque de alguna manera expía las culpas de su pasado. Y por otro lado cualquier mamá o papá se echaría la culpa para que los hijos no vayan a la cárcel. 

-¿Ha sido muy difícil interpretar a un personaje tan complejo?

-No ha sido tan difícil porque he estado súper apoyada por la dirección, por el Pipe Arratia que es muy buen director, y si esta teleserie tiene algo bueno es que está muy subrayada, es decir, marca muy bien el género del melodrama y los personajes son bastante claros. Ha sido entretenido jugar a ser Laura y ha sido todo un desafío. 

-¿Hay algo de Laura en Marcela Medel?

-Tan llorona como Laura no soy, pero yo me conecto con el instinto maternal. Obviamente yo no soy del tipo de madre que es Laura, pero sí me conecto en el sentido de protección que quiere transmitir Laura a sus hijas. 

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