Una sorpresa mundial causó la elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como el nuevo líder de la Iglesia Católica tras dos días de cónclave.
Prevost, quien eligió como nombre papal León XIV, nació en Chicago, Estados Unidos, el 14 de septiembre de 1955 y se le ha considerado como un cardenal con opiniones muy similares a las del Papa Francisco. De hecho, en su primer discurso lo recordó.
No obstante, más allá de ser el primer papa estadounidense, León XIV tiene un fuerte lazo con toda Latinoamérica, pero especialmente con Perú.
El lazo que une al Papa León XIV con Latinoamérica
En 1977 Prevost ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín y a sus 27 años fue enviado a estudiar Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, de la que recibió orden sacerdotal en 1982, obteniendo su licenciatura en 1984 y siendo enviado en 1985 a trabajar en la misión de Chulucanas, en Piura, Perú, durante dos años.
Ya en 1988 volvió a Perú como director del proyecto de formación conjunta para aspirantes agustinos en los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac.
En dicho lugar fue prior de la comunidad entre 1988 y 1992, director de formación desde 1988 a 1998 y profesor de los profesos de 1992 hasta 1998.
Por otra parte, en la arquidiócesis de Trujillo fue vicario judicial desde 1989 hasta 1998 y profesor de derecho canónico, patrístico y moral en el Seminario Mayor "San Carlos y San Marcelo".
En 2023 regresó a Chicago, pero el 3 de noviembre del 2014 el Papa Francisco lo nombró como administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, Perú, dejándolo en la categoría de obispo, en la que se mantuvo hasta el 26 de noviembre del 2015. En ese mismo año, además, adquirió la nacionalidad peruana.
Además, entre 2018 y 2023 estuvo en el cargo de segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, mientras que el 30 de enero de 2023, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Robert Prevost se mantuvo en dicho cargo hasta que fue seleccionado como el papa número 267 de la Iglesia Católica, instancia en la que incluso habló en español y agradeció a Perú.