Este viernes, Marité Matus se refirió por primera vez a su separación con Camilo Huerta, revelando que la decisión fue tomada tras un largo proceso de desgaste emocional.
A través de su cuenta de Instagram, la influencer escribió una emotiva declaración sobre todo este proceso.
"Hoy elijo contar mi verdad. La mía. La que viví en silencio durante mucho tiempo", escribió Matus, confirmando que su matrimonio llegó a su fin después de un año y medio. "Aunque hay quienes ven ese tiempo como 'poco', para mí fue una eternidad llena de aprendizaje, de intentos, de esperanza... también mucho dolor", señaló.
Matus aseguró que la ruptura no fue repentina, sino el resultado de un proceso profundo: "Las relaciones no se terminan de un día para otro. Esto no comenzó ahora. Esto viene desde mucho tiempo". Y agregó: "Siempre he querido formar una familia, era mi sueño".
En su testimonio, la exesposa del futbolista Arturo Vidal confesó que intentó mantener su relación de todas las formas posibles: "Yo quería compartir mi vida, mi hogar y mis proyectos, quise entregarle todo: amor, estabilidad, contención. No buscaba a un hombre que me mantuviera, ni a un padre para mis hijos, buscaba un compañero. Alguien con quien crecer, reír, soñar. Pero no ocurrió".
La confesión de Marité Matus
Marité también expuso que su bienestar emocional se vio afectado al punto de tocar fondo: "Cuando el compromiso emocional no está, cuando hay gritos, insultos, silencios duros, cuando ya no hay paz ni armonía para tus hijos, es momento de tomar decisiones. Toqué fondo, me enfermé. Perdí mi energía, la alegría, la claridad, me sentí cansada y vacía, y eso no lo merezco".
Reflexionando sobre su experiencia, recalcó que el amor por sí solo no basta: "Para mí un matrimonio tiene que ser 50-50. Porque el amor no es suficiente si no hay voluntad. La relación deja de ser amorosa y se vuelve injusta. Cuando una mujer tiene que cargar con la relación, sostenerla, nutrirla, intentar salvarla una y otra vez... eso agota".
Finalmente, expresó que, pese al dolor, su decisión fue un acto de amor propio: "Esta separación fue, sin dudas, una de las experiencias más dolorosas de mi vida. Pero también fue el acto de amor más grande que he tenido conmigo misma. Me lo debía".
Además, lanzó un potente mensaje sobre la sororidad entre mujeres. "También es muy triste ver a mujeres que, en lugar de tender la mano, lanzan piedras. El dolor de otra no es motivo de burla, es un espejo donde todas podríamos vernos. Hoy te toca juzgar, mañana quizás te toque llorar. Ojalá para entonces encuentres más sororidad que la que tú diste", cerró.
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