Pollo Castillo sorprendió a sus seguidores con una colaboración especial junto al reconocido cantante Juanes. El encuentro ocurrió en un ambiente familiar, para darle un giro entretenido a la nueva canción del colombiano.
El influencer recibió a Juanes en casa de sus suegros para grabar un sketch que acompaña la promoción del tema “Cuando estamos tú y yo”. Esto derivó en una experiencia que combinó música, improvisación y muchas risas en un mismo espacio.
La inesperada colaboración entre Pollo Castillo y Juanes
La idea surgió de forma inesperada, cuando el estudio Universal contactó a Pollo para crear contenido especial con Juanes, pero no algo sencillo: un sketch que fusiona la música del artista con el humor que caracteriza al chileno.
“Me contacta Juan Pablo de Universal y me dice: 'Oye, queremos hacer algo con Juanes, un sketch'. Al principio le dije que podíamos hacer un video para YouTube, llevar comidas típicas de Chile, pero ellos querían un sketch”, recuerda Pollo, quien estudió a detalle la trayectoria del cantante para el proyecto.
La grabación fue en casa de los papás de su polola y Castillo destaca la preocupación de su suegra: “Estaba súper nerviosa, lo quería recibir bien. Yo caché que estaba súper maquillada. Teníamos de todo. Empezó a hacer un pebre, cafecitos, agüita, bebidas, sopaipillas”, cuenta entre risas el influencer a Las Últimas Noticias (LUN).
Al llegar, Juanes se mostró muy simpático y amable. “Entró como un perrito moviendo la cola, derechito a la batería. Se sentó y se puso a tocar. Estaba mi suegra en la puerta y yo nervioso le digo: 'Te presento a mi polola, perdón, mi suegra'”, relata.
Durante la grabación, Juanes se mostró divertido y comprometido con la tarea: “Lo primero que tenía que decir era: 'La media volá', y me preguntaba con qué entonación lo hacía. Se prestaba para todo (...) Al final, él mismo me dice: 'Me gustaría decir ni cagando, ¿lo puedo decir?' Yo le dije que obvio”.
Además, cuenta que el cantante quedó fascinado con las sopaipillas hechas con zapallo que le ofrecieron, aunque confesó que había comido mucho ese día y pensó que era una arepa. “Cuando se comió la sopaipilla, la dejó hasta la mitad y dijo que no podía comer más. Se la estaba comiendo por gusto, porque ya habíamos grabado”, comenta Pollo.