Guillermo Oyarzún, conserje de 71 años, relató el violento episodio que vivió el pasado 17 de mayo cuando fue golpeado en extrañas circunstancias por Martín de los Santos Lehmann, empresario de 32 años sobre quien pesa una alerta internacional de captura.
Cabe recordar que el sujeto está lejos de cumplir la prisión preventiva decretada por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, ya que salió del país y se encuentra en Brasil.
Conserje relata agresión de Martín de los Santos Lehmann
En conversación con Mucho Gusto, don Guillermo revivió la agresión y refutó la versión de de los Santos, quien aseguró que el adulto mayor esa noche se encontraba junto a guardias del night club Palomino.
"Yo tenía dos maestros trabajando (en el edificio del que es conserje), cómo voy a dejarlos botados y a partir", partió diciendo, para luego afirmar no conocer a los trabajadores del club nocturno y poniendo en duda la palabra del empresario. "Creo que son todos extranjeros y como dice que le pegó a un negro. Entonces, ¿cuándo voy a ser amigo de ellos? Si yo entro a las 11".
El hombre relató que como estaba fuera de servicio, debido a que los trabajos eran en el mesón de conserjería, decidió salir a fumarse un cigarro, momento en que vio correr a de los Santos.
"Estaba parado afuera y por Vitacura aparece un tipo corriendo con el celular en la mano y una casaca, hizo una vuelta al lado del Jumbo y atravesó hacia donde estaba. Yo lo miré, como hay tanta gente pidiendo pancito, monedas y, de repente, me dice 'hazte a un lado, déjame pasar'", agregó.
Guillermo dijo responderle: "Pasa, si la vereda es ancha", y cuando "miro a mis maestros que estaban adentro, siento el huascazo (golpe)".
"Cuando este muchacho (trabajador) me paró, partí al baño y él salió a la siga de este compadre. Cuando salí ya estaba Carabineros y Seguridad Ciudadana", agregó.
Sobre Martín de los Santos, el conserje manifestó que "yo no le tomé odio, me dio lastima el cabro porque es tan joven, cagado de la cabeza".
Este artículo informa un proceso judicial en curso, por lo que los involucrados no deben ser considerados culpables hasta que la justicia lo determine.