En el capítulo 44 de la tercera temporada de Seyrán y Ferit, Suna (Beril Pozam) bebió un trago de agua tras otro. Estaba muy nerviosa porque Ferit (Mert Ramazan Demir) la llevó a firmar la hipoteca de la mansión.
En esta jugada arriesgan todo el patrimonio que le queda a la familia Korhan, así que no pueden cometer ningún error.
Una vez terminaron el papeleo, Suna salió muy preocupada, mientras que su cuñado trataba de tranquilizarla. Aún así, le pidió guardar el secreto de lo que hicieron sin importan qué. "Ferit, no le digas nada a Seyrán, menos ahora y también recuerda que Abidin no debe saber".
Cambio de planes
La "Gran Dama" creía que Seyrán (Afra Saracoglu) era la dueña de la mansión, pero descubrió que ahora estaba en manos de Suna. "No sé dónde está Abidin durante una negociación tan importante, la chica es su esposa. Mira la nuera, haciendo negocios con el sobrino de su esposo".
"No puedo permitir que le vean la cara de tonto a mi hijo, incluso aunque tenga que cambiar el plan", afirmó.
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