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Víctima de ginecólogo acusado de negligencias fatales y violencia obstétrica: "Yo quería una vida normal"

  • Por Mega.cl
Víctima de ginecólogo acusado de negligencias fatales y violencia obstétrica: 'Yo quería una vida normal'

Según el Observatorio de Violencia Obstétrica de Chile más del 50% de las mujeres reporta haber sufrido violencia obstétrica durante un parto.

Este fenómeno es una expresión de la violencia de género, identíficandose como "el trato deshumanizado que recibe una mujer al patologizar su condición de gestante o al discriminarla, afectándola negativamente. Ocurre en la etapa del embarazo y parto de cualquier mujer, sin importar edad o estrato socioeconómico".

Este tipo de violencia también incluye negligencias médicas que afectan directamente la salud de las mujeres o de sus hijos, como lo fue en el caso de Karen, Patricia y Sandra.

En octubre del año pasado Karen dio a luz a su segunda hija, Bruna, sin embargo, horas después del parto debido a un mal procedimiento médico, falleció en el Hospital de San Juan de Dios de San Fernando.

Al investigar el caso de Karen, se reveló que otras mujeres han sido víctimas de malos procedimientos y negligencias médicas por parte del mismo ginecólogo, quien ahora es acusado de ser responsable de la muerte de dos madres y haber dejado a una mujer estéril.

Según denuncia Juan Múñoz, pareja de Karen Olivares, después de fallacer a las seis de la mañana en urgencias del Hospital San Juan de Dios, fue trasladada a Rancagua, donde se le hizo una autopsia que reveló que su útero y vejiga estaban rotas, no contaba con puntos tras haberse realizado una cesárea y que el motivo de muerte fue que sus órganos no habían recibido sangre.

Desde entonces, él y la familia de Karen han llevado a cabo una querella criminal contra el ginecólogo que llevó a cabo la césarea y el hospital. Hasta el momento, el ginecólogo sólo se ha dado de baja temporal mientras se lleva a cabo un sumario interno.

Una trabajadora del hospital que estaba de turno cuando falleció Karen, declaró que el personal presente la trató de "alaraca", pero minutos antes de ser trasladada a urgencias, habría tomado la credencial de una técnico en enfermería y le pidió que la ayudará, "dijo que no se quería morir", reveló la funcionaria.

Patricia Adasme sufrió el mismo destino que Karen en el 2015. Luego de que comenzara la ruptura de la fuente de su tercera hija y así el trabajo de parto durante la mañana de ese fatídico día, el ginecólogo se negó a realizarse la cesárea ya que esta estaba programada para las nueve de la noche.

Patricia falleció a horas de dar a luz, según indica su certificado de defunción tuvo una falla multisistémica, después de perder sangre y tener de tres paros cardiorespiratorios. Ella también fue enviada a Rancagua.

Finalmente, Sandra Galaz, al día de hoy debe vivir con las consecuencias de las malas prácticas del ginecólogo, debido a que tras ser tratada por una lesión precancerosa y ser operada de urgencias, le dejó su sistema reproductivo sellado, sin la posibilidad de menstruar, lo que le generó un quiste de sangre y la imposibilidad de tener hijos.

En una segunda operación, para corregir la primera, Sandra solicitó explícitamente que el doctor no ingresara al pabellón. Sin embargo, este hizo caso omiso a su petición y fue parte de su operación, en la cual le retiraron su útero y trompas de falopio, dejando sólo sus ovarios.

Según cuenta Sandra, tras su segunda operación, volvió a mentruar, cosa que no debía suceder ya que no contaba con su sistema reproductivo. "Llevo tres años de período tortuoso", luego de su operación, le dejaron restos de su útero, "un pedacito de cuello con útero, que me produce endometriosis", una enfermedad que genera dolorosos nódulos de tejido en el sistema reproductivo.

"Ya no puedo llevar una vida normal, ni siquiera tengo intimidad con mi marido, más de tres años", comentó Sandra. "Yo quería una vida normal (...) me está afectando enormemente porque ya me afecta hasta el sistema nervioso, me dan crisis de pánico enormes".

"Tengo que tomar clonazepam en la mañana y en la noche, y a veces eso ni siquiera me hace efecto para contrarrestar el daño que tengo", mencionó, "los dolores son insoportables, durante los primeros meses iba al hospital y me inyectaban a la vena medicación fuerte, con el tiempo me fui adaptando al dolor", contó.

"No tengo una vida, esa es la realidad, soy madre y soy esposa, pero a medias", lamentó Sandra.

Desde el Hospital San Juan de Dios de San Fernando dieron de baja al ginecólogo acusado el día de ayer, mientras se realiza un sumario que investiga el caso de Karen.

Revisa todos los detalles en el video.

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