Tras varios años ocultando la verdad, Rebeca y su hermano pudieron hablar sinceramente con Angelito y pudieron decirle quienes eran realmente ellos. Ángel con mucha emoción le agradeció a su madre biológica la decisión de haberlo dejado en manos de sus tías quienes le han entregado no solo amor, valores y mucho apoyo en momentos difíciles, sino también han sabido ser muy buenas madres.